Cuantas veces entre todos discutíamos acerca de la situación actual de nuestro sector. Que si la reforma, que si la obra nueva, que si la recuperación económica… y resulta que es un virus el que ha trastocado todos los planes de recuperación. Y no solo eso, sino que nos ha sumido de lleno en una incertidumbre de alcance todavía desconocido. En estos momentos, nos encontramos delante de dos problemas muy graves que hay que solucionar por este orden: primero el sanitario y después el económico. La situación actual genera una gran preocupación por la incertidumbre de los efectos de la contingencia sanitaria, y también por la incertidumbre de todos los costes que repercutirán en nuestra economía.
Hoy, y por lo que respecta a los almacenes de materiales de construcción, no tenemos datos estadísticos de los que permanecen abiertos y de los que de momento tienen cerrados sus puntos de venta. En la zona concreta de Catalunya disponemos de más datos por razones de proximidad geográfica con nuestras oficinas y podemos constatar que, a fecha de hoy, de los 120 almacenes más importantes por su volumen de facturación, aproximadamente un 60% permanecen abiertos en horario restringido de mañana, y todos sin excepción mantienen cerradas sus exposiciones. Solo atienden al cliente profesional.
Lógicamente estas cifras varían cada día, y en función de cómo se precipiten los acontecimientos puede incrementarse el número de cierres temporales. Para muchas empresas la situación económica es ya de por sí muy difícil, pero el sentido común indica que la situación sanitaria también es lo suficientemente grave como para extremar muchísimo las precauciones y no descartar ningún escenario.
En estos momentos toca luchar en el frente sanitario, y después tocará hacerlo en el económico. Y es entonces cuando el gobierno tendrá que ayudar a las empresas para salir de la situación creada. Creo que esta crisis, a diferencia de la del 2008, tiene unas raíces y consecuencias distintas. Entonces, con la crisis bancaria y con toda la porquería de los activos financieros, la salida de la crisis fue mucho más lenta. Ahora, con esta crisis, si conseguimos mantener el tejido empresarial vivo nos podremos recuperar mucho más rápido. Pero para ello será imprescindible llegar a un consenso entre los distintos países de la eurozona e impulsar políticas en forma de ayudas directas (dinero) a todo el tejido empresarial. Y lo más rápido posible.